Francisco José de Goya y Lucientes (Fuendetodos, España; 30 de marzo de 1746-Burdeos, Francia; 16 de abril de 1828) fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. Su estilo evolucionó desde el rococó, pasando por el neoclasicismo, hasta el prerromanticismo, siempre interpretados de una forma personal y original,
y siempre con un rasgo subyacente de naturalismo, del reflejo de la
realidad sin una visión idealista que la edulcore ni desvirtúe, donde es
igualmente importante el mensaje ético. Para Goya la pintura es un
vehículo de instrucción moral, no un simple objeto estético. Sus referentes más contemporáneos fueron Giambattista Tiepolo y Anton Raphael Mengs, aunque también recibió la influencia de Diego Velázquez y Rembrandt. El arte goyesco supone uno de los puntos de inflexión que entre los siglos
xviii y
xix anuncian la pintura contemporánea y es precursor de algunas de las vanguardias pictóricas del siglo
XX, especialmente el expresionismo;
por todo ello, se le considera uno de los artistas españoles más
relevantes y uno de los grandes maestros de la historia del arte
mundial.
Además, su obra refleja el convulso periodo histórico en que vive, particularmente la guerra de la Independencia, de la que la serie de estampas de
Los desastres de la guerra es casi un reportaje moderno de las atrocidades cometidas y compone una visión exenta de heroísmo donde las víctimas son siempre los individuos de cualquier clase y condición.
Gran popularidad tiene su
Maja desnuda, en parte favorecida por la polémica generada en torno a la identidad de la bella retratada. De comienzos del siglo
XIX
datan también otros retratos que emprenden el camino hacia el nuevo
arte burgués. Al final del conflicto hispano-francés pintó dos grandes
cuadros a propósito de los sucesos del levantamiento del Dos de Mayo de 1808, que sentaron un precedente tanto estético como temático para el cuadro de historia,
que no solo comenta sucesos próximos a la realidad que vive el artista,
sino que alcanza un mensaje universal. Entre otros trabajos suyos, su
obra culminante abarca los
Disparates, al igual que la serie de pinturas al óleo sobre el muro seco, las
Pinturas negras, con que decoró su casa de campo, la Quinta del Sordo. En ellas Goya anticipó la pintura contemporánea y los variados movimientos de vanguardia que marcarían el siglo
XX y son, según J. M. Matilla,
jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Museo Nacional del
Prado, «las primeras manifestaciones del carácter verdaderamente moderno
de Goya, al que no debemos dudar en calificar de primer artista
moderno».